Salmos 19:1-6
Salmos 19:1-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los cielos cuentan la gloria de Dios; la expansión proclama la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día; una noche a la otra comparte sabiduría. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco; sus palabras llegan hasta los confines del mundo. Dios ha establecido en los cielos un hogar para el sol. Y este, como novio que sale de la cámara nupcial, se regocija, cual poderoso guerrero, al recorrer su camino. Sale de un extremo de los cielos y, en su recorrido, llega al otro extremo, sin que nada se libre de su calor.
Salmos 19:1-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) El cielo azul nos habla de la grandeza de Dios y de todo lo que ha hecho. 2 (3) Los días y las noches lo comentan entre sí. 3 (4) Aunque no hablan ni dicen nada, ni se oye un solo sonido, 4 (5) sus palabras recorren toda la tierra y llegan hasta el fin del mundo. En el cielo Dios ha puesto una casa para el sol. 5 (6) Y sale el sol de su casa feliz como un novio; alegre como un atleta, se dispone a recorrer su camino. 6 (7) Sale por un lado y se oculta por el otro, sin que nada ni nadie se libre de su calor.
Salmos 19:1-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Los cielos proclaman la gloria de Dios; el firmamento revela la obra de sus manos. Un día se lo cuenta al otro día; una noche se lo enseña a la otra noche. Sin palabras, sin sonidos, sin que se escuche una sola voz, su mensaje recorre toda la tierra y llega al último rincón del mundo, en donde el sol pasa la noche. Y el sol, cual novio que sale del tálamo, cual si fuera un poderoso guerrero, se levanta alegre para hacer su recorrido. Sale por un extremo de los cielos, y sigue su curso hasta el otro extremo, sin que nada se esconda de su calor.
Salmos 19:1-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. 2 (3) Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. 3 (4) Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, 4 (5) su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. Allí Dios puso un lugar para el sol, 5 (6) y este sale como un novio de la habitación nupcial, y se alegra como un atleta al emprender su camino. 6 (7) Sale el sol por un lado del cielo y da la vuelta hasta llegar al otro, sin que nada pueda huir de su calor.
Salmos 19:1-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; Y este, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor.
Salmos 19:1-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; no se oye su voz. Mas por toda la tierra salió su voz, y hasta los confines del mundo sus palabras. En ellos puso una tienda para el sol, y este, como un esposo que sale de su alcoba, se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el otro extremo de ellos; y nada hay que se esconda de su calor.
Salmos 19:1-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye. Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo. Dios preparó un hogar para el sol en los cielos, y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera. El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor.